martes, 28 de octubre de 2014

Respiro idilio


Todo bicho viviente respira, muy pocos se nutren conscientemente de prana “fuerza vital” en cada inspiración, se vacían completamente en cada espiración y vuelven a colmarse en cada inspiración…
Prana viaja consciente por todos los rincones de tu cuerpo, donde habita tu mente, y limpia hasta debajo de la cama desbloqueando los canales de energía vital de tu huerta. Desecha y vuelve a colmarte penetrándote. Una y otra vez en un idilio sin tregua ni final.

¿De dónde viene mi amor? ¿Quién es? ¿Dónde vive? ¿Por qué me colma y me deja cada noche, una y otra vez, como las olas besan la playa? ¿Por qué no se queda conmigo para siempre y de una vez?

Viene de fuera, de fuera de mi cuerpo. ¿Dónde fuera? Lo impregna todo. No sólo me ama a mí sino a todo bicho viviente. ¿Un sucio farsante? Lo penetra todo manteniéndose impoluto. Siempre puro, siempre fresco. Viene a mi alcoba nuevo como la primera vez, una y otra vez.

Pero, ¿de dónde vienes, oh amado? Dime, ¿quién eres? ¡Por Dios!

La Tierra es en verdad una jaula sin puertas. El Cielo no es ningún techo. Mi amado se escapa por la ventana del firmamento y regresa a mi cámara secreta por el tragaluz de mi nariz.

La Luna llena testigo silencioso de mi gozo. La contemplo rendida en mi cama. “No soy yo a quien buscas, sino a Él, mi Señor”, me sonríe compasiva.

El Sol que no se deja contemplar, sino sentir. Luz que brilla indiferente lloviendo rayos de fuerza vital sobre todo bicho viviente por igual. ¡Al fin, mi Prana! Mi amado… ¿el Sol? Mi lecho de placer… ¿el mundo?

“La Luz que hace brillar el Sol es la misma Luz que hace brillar tus ojos”, canta entonces un pájaro orientado en mi balcón.

¡Por Dios! ¿Qué es esto ahora? ¡Buf! Inspiro prana, espiro entregando mi alma entera.

La Luz que brilla en mí es la misma Luz que brilla en el Sol. Medito. Una y otra vez conversando con mi amado…
¡Luz! ¡La Verdad es Luz! Luz, pura Consciencia, es la realidad de todo cuanto es.

Corro a compartirlo con mi amado. Mi amado… también es Luz, solo una y la misma Consciencia indiferente, imperturbable, indivisible, la fuerza de la vida misma. Pura, me fundo con mi amado. Esta vez, no regresaré.


David Rodrigo
Maestro tradicional de Advaita Vedanta

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