martes, 2 de abril de 2013
RAIZ
Cuando volvemos la raíz, ganamos el significado;
Cuando perseguimos los objetos externos, perdemos la razón.
En el instante en que nos iluminamos por dentro,
Atravesamos el vacío de un mundo que nos enfrenta.
SOSAN
EL VASO DE AGUA
EL VASO DE AGUA
Una psicóloga en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, ella preguntó ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
Pero la psicóloga respondió: “El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del brazo no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado se vuelve. Y continuó: “Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellos todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada.”
¡Acuérdate de soltar el vaso!
Una psicóloga en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, ella preguntó ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
Pero la psicóloga respondió: “El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del brazo no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado se vuelve. Y continuó: “Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellos todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada.”
¡Acuérdate de soltar el vaso!
VUELO DE HALCON
Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones,
y los entregó al maestro de cetrería, para que los entrenara.
Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba
perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía:
no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón,
pero nadie pudo hacer volar el ave.
Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.
Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba
inmóvil.
Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que
hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágil mente por los jardines.
El rey le dijo a su corte, “Traedme al autor de ese milagro“.
Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó:
- ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
Intimidado el campesino le dijo al rey:
- Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló.
Cuando se dio cuenta que tenía alas se largó a volar.
¿A que estás agarrado que te impide volar? ¿De qué no te puedes soltar?
Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos,
y creemos que eso es lo único que existe.
Dentro de esa zona está todo lo que sabemos, y todo lo que creemos.
EVANGELIO ESENIO DE LA PAZ
Evangelio Esenio de la Paz
Porque vuestro Padre Celestial es Amor.
Porque vuestra Madre Tierra es Amor.
Porque el Hijo del Hombre es Amor.
Es por el amor que el Padre Celestial,
la Madre Tierra y el Hijo del Hombre son Uno.
REFLEJO
Reflejo
Luna sobre agua.
Siéntate en soledad.
Si las aguas son plácidas, la luna será reflejada perfectamente. Si nos aquietamos, podemos reflejar perfectamente lo divino. Pero si nos involucramos sólo en las actividades frenéticas en las que participamos cotidianamente, si buscamos imponer nuestros propios esquemas sobre el orden natural, y si nos permitimos estar absortos en opiniones egocéntricas, la superficie de nuestras aguas se volverán turbulentas. Entonces no podemos ser receptivos al Tao.
No hay esfuerzo que podamos hacer para aquietarnos. La verdadera quietud viene naturalmente de momentos de soledad en que dejamos que nuestra mente se asiente. Tal como el agua busca su propio nivel, la mente gravitará hacia lo sagrado. El agua turbia se volverá clara si se le permite quedarse tranquila, y así también se aclarará la mente si se le permite estar en calma.
Ni el agua ni la luna hacen ningún esfuerzo por lograr un reflejo. De la misma manera, la meditación será natural e inmediata.
EL TAO
Luna sobre agua.
Siéntate en soledad.
Si las aguas son plácidas, la luna será reflejada perfectamente. Si nos aquietamos, podemos reflejar perfectamente lo divino. Pero si nos involucramos sólo en las actividades frenéticas en las que participamos cotidianamente, si buscamos imponer nuestros propios esquemas sobre el orden natural, y si nos permitimos estar absortos en opiniones egocéntricas, la superficie de nuestras aguas se volverán turbulentas. Entonces no podemos ser receptivos al Tao.
No hay esfuerzo que podamos hacer para aquietarnos. La verdadera quietud viene naturalmente de momentos de soledad en que dejamos que nuestra mente se asiente. Tal como el agua busca su propio nivel, la mente gravitará hacia lo sagrado. El agua turbia se volverá clara si se le permite quedarse tranquila, y así también se aclarará la mente si se le permite estar en calma.
Ni el agua ni la luna hacen ningún esfuerzo por lograr un reflejo. De la misma manera, la meditación será natural e inmediata.
EL TAO
OPUESTOS
Opuestos
Antes del vaciado, debe haber llenado.
Antes de encogimiento, debe haber expansión.
Antes de la caída, debe haber ascenso.
Para destruir algo, llévalo a su extremo.
Para preservar algo, mantelo en el medio.
Aunque hablemos de opuestos, no hay realmente elementos antagónicos. Todos los opuestos son parte de la misma entidad. Como una serpiente de dos cabezas, los opuestos son dos partes del mismo todo. Se definen uno a otro, como el negro define al blanco. Alternan el uno con el otro, como la guerra alterna con la paz.
Siempre que algún fenómeno alcance su extremo, cambiará hacia su opuesto, tal como la noche más oscura comienza a cambiar hacia el amanecer, y el invierno más frío es seguido por una gloriosa primavera. Por lo tanto, cualquier cosa que uno quiera destruir sólo necesita ser guiada a su extremo, o ser aplastada mientras está justo apareciendo. Por ejemplo, los dos momentos más fáciles para destruir un árbol son cuando es tan alto que está por venirse abajo o tan joven que puede ser fácilmente arrancado de raíz.
El mismo principio se mantiene si uno desea nutrir algo. Puedes prevenir su destrucción al llevarlo cerca de, pero no por sobre su ápice. Puedes tomar una rama de un árbol viejo e injertarla. Esa es la sabiduría del término medio. Los seguidores del Tao cambian una situación cuando alcanza su ápice. Al unir sus esfuerzos a una nueva situación que está recién
emergiendo, logran la perpetuidad.
EL TAO.
Antes del vaciado, debe haber llenado.
Antes de encogimiento, debe haber expansión.
Antes de la caída, debe haber ascenso.
Para destruir algo, llévalo a su extremo.
Para preservar algo, mantelo en el medio.
Aunque hablemos de opuestos, no hay realmente elementos antagónicos. Todos los opuestos son parte de la misma entidad. Como una serpiente de dos cabezas, los opuestos son dos partes del mismo todo. Se definen uno a otro, como el negro define al blanco. Alternan el uno con el otro, como la guerra alterna con la paz.
Siempre que algún fenómeno alcance su extremo, cambiará hacia su opuesto, tal como la noche más oscura comienza a cambiar hacia el amanecer, y el invierno más frío es seguido por una gloriosa primavera. Por lo tanto, cualquier cosa que uno quiera destruir sólo necesita ser guiada a su extremo, o ser aplastada mientras está justo apareciendo. Por ejemplo, los dos momentos más fáciles para destruir un árbol son cuando es tan alto que está por venirse abajo o tan joven que puede ser fácilmente arrancado de raíz.
El mismo principio se mantiene si uno desea nutrir algo. Puedes prevenir su destrucción al llevarlo cerca de, pero no por sobre su ápice. Puedes tomar una rama de un árbol viejo e injertarla. Esa es la sabiduría del término medio. Los seguidores del Tao cambian una situación cuando alcanza su ápice. Al unir sus esfuerzos a una nueva situación que está recién
emergiendo, logran la perpetuidad.
EL TAO.
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