jueves, 24 de abril de 2014

Dios es yo. Y yo soy Dios precisamente cuando ceso de ser "yo"

... O sea, que te atreves a decir que tú eres Dios…-, clamó el inquisidor, lleno de furia, contra el hereje.

-Querido hermano-, contestó el hereje con dulzura -es exactamente al revés: Dios es yo. Y yo soy Dios precisamente cuando ceso de ser yo, es decir, cuando dejo de identificarme con cualquier tipo de identidad, sea física o espiritual, sea individual o colectiva-.

-¿Si?... ¡Pues demuestra en la hoguera el Dios que eres!-, bramó el inquisidor.

-No dudes que así será-, respondió el hereje sin amilanarse –El bien-estar y el mal-estar me son indiferentes. Y en medio de las llamas, aun sumido en el dolor físico, continuará brillando la Felicidad, la Paz y el Bien-Ser del Dios que Soy: Yo Soy.


Por Emilio Carrillo.



Si el loco persistiera en su locura, se volvería sabio.
William Blake




“A partir de ahora, en este momento, te pido que seas el Buda. Te pido que permanezcas quieto, absolutamente firme en tu intención de despertar a la Verdad de tu Ser.

Esto es lo que el Buda hizo. Él no dijo: “Lo intentaré”. Él no dijo: “Espero encontrar la Verdad”. Él no dijo: “Haré lo que pueda”. No dijo: “si no en esta vida, quizás en la próxima vida”. Llegó a un punto donde él no buscaba a nadie que le dijera la Verdad o le mostrara la Verdad. Llegó a un punto en que asumió todo por sí mismo. Se sentó solo bajo el Árbol Bodhi y prometió no abandonar hasta que la Verdad fuera realizada.

El poder de esta intención tan simple, pero inquebrantable y la actitud absoluta de ser liberado en esta vida lo impulsó a despertar al simple hecho de que él y todos los seres ya están liberados —que todos los seres son la libertad misma. Pura conciencia despierta.

El Buda no era diferente de ti. No diferente. Es por eso que sirve como un buen modelo, porque él era lo que tú eres ahora. Así que no adores al Buda. No le pongas en un pedestal. Ni siquiera lo admires. Conviértete en él. Ten las mismas intenciones, toma la misma postura. ¡Sé el Buda ahora! Pon fin a toda dilación, a todas las excusas, a todas las reverencias ante las figuras santas del pasado o del presente. ¡Ponte de pie!

¡Tú eres el Buda! ¡Eres la libertad misma! ¡Deja de soñar tu sueño! ¡Deja de fingir que estás en cautiverio —deja de contarte esa mentira! ¡Deja de fingir que eres alguien, o algo! Tú eres nadie, tú eres nada! Tú no eres este cuerpo ni esta mente. Este cuerpo y esta mente existen en quién y lo que tú eres. Eres consciencia pura, ya libre, despierta, y liberada. Ponte de pie y sal de tu sueño. Estoy aquí para decirte que puedes hacer esto.

Sal del sueño de tus conceptos e ideas. Sal del sueño de lo que imaginas que la iluminación es. Sal del sueño de quien crees que eres. Sal del sueño de todo lo que siempre has conocido. Sal del sueño de ser una persona engañada. Deja de decirte a ti mismo esas mentiras y soñar esos sueños. Sal de todo eso. Puedes hacerlo. Nada te detiene. No hay requisitos ni prerrequisitos para despertar. No hay nada que deba ser hecho, nada que pensar, ningún sitio a donde ir.

Simplemente deja todos los sueños. Deja todas las acciones. Deja todas las excusas. Simplemente párate y quédate quieto. Permanece sin esfuerzo. La Gracia hará el resto.

En cada momento de aquí en adelante, ten la intención de experimentar directamente la Verdad, tu verdadero Ser liberado. No pienses acerca de la Verdad —directamente vuelve a tu experiencia aquí, ahora, de instante en instante. Experimenta la Verdad. Experimenta tu Ser. Sumérgete en tu experiencia. ¡Tu experiencia! Tu experiencia de oír, de ver, de gustar, de respirar, de los latidos de tu corazón, de tus pies tocando el suelo, de los pájaros, del viento.

Experimenta la inmensidad de lo que eres. Experimenta la libertad de quien eres. Tú eres el Buda – experimenta eso. Tú eres el Buda.”

Redescubierta años atrás en un viejo archivo, la siguiente charla fue escrita por Adyashanti en preparación para el primer retiro de silencio que él impartió en julio de 1997:

© 2005 Adyashanti





Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos...

Buda
Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento puro, entonces la felicidad le sigue como una sombra que jamás le abandona....

El Dhammapada - Buda.



miércoles, 23 de abril de 2014


“Los efectos siguen a las causas como la sombra al cuerpo”

Buda

Cuando al Buda le preguntaron...quien eres?
Dijo...Estoy Despierto...



POEMA BUDISTA

No puedo decir "mañana” porque en esta vida mía, siempre incierta, siempre extraña, todo ocurre por sorpresa, por lo que lucho, no llega, y por lo que no espero, lo tengo y lo que ya siento mío de repente se escapa. Por eso a nada me aferro, por eso a nadie me ato, no pido ni hago promesas, vivo tan solo el momento! si es hermoso lo disfruto, hasta que se acaba y si es malo lo soporto sin derramar una lágrima...





“La pena te prepara para la alegría. Barre violentamente todo hacia afuera de tu casa, para que la nueva alegría pueda tener espacio para entrar. Sacude las hojas amarillas de la rama de tu corazón, para que frescas hojas verdes puedan crecer en su lugar. Arranca raíces podridas para que las nuevas raíces escondidas debajo tengan lugar para crecer. Cuando cualquier pena se sacude de tu corazón, cosas mucho mejores tomarán su lugar.”

Rumi




Esto es amar: 
Volar hacia un cielo secreto, causar que cien velos caigan cada momento. 
Primero dejar ir la vida. 
Finalmente dar un paso sin pies.


Rumi.


El camino que he hallado permite vivir cada hora del día con plena conciencia, con la mente y el cuerpo en el momento presente. Lo contrario es vivir en la distracción. Si vivimos en la distracción, no sabemos que estamos vivos; no experimentamos plenamente la vida porque nuestra mente y nuestro cuerpo no están en el aquí y ahora. 


Thich Nhat Hanh


~ El milagro es andar sobre la tierra.





Steve dijo que desde que había comenzado a considerar el tiempo dedicado a Ann y a Tony como el suyo propio, tenía “tiempo ilimitado”.

Pero quizá sólo lo tenga en principio. Porque indudablemente habrá ocasiones en las que Steve olvide considerar el tiempo de Tony como suyo mientras le ayuda con los deberes, y por tanto Steve pierde ese tiempo.

Puede ser que Steve desee que el tiempo pase rápidamente, o puede ser que se impaciente porque le parezca que está perdiendo el tiempo porque no es su propio tiempo. Por tanto, si realmente desea “tiempo ilimitado” (lo que significa mucho más que un principio) tendrá que mantener vivo el pensamiento de que es su propio tiempo todo aquel que pase estudiando con Tony. Pero en tales ocasiones la mente está distraída con otros pensamientos, y si realmente se desea mantener viva la conciencia (a partir de ahora emplearé el término “atención mental” para referirme al hecho de mantener viva la conciencia en la realidad presente) hay que comenzar desde ahora mismo a practicar en la vida diaria igual que se practica durante las sesiones de meditación.

Cuando un trabajador anda por el sendero de tierra roja que conduce a un pueblo, puede practicar atención mental. Cuando anda por ese sendero rojo, rodeado de parcelas de hierba verde, si practica la atención mental, sabrá que está andando por ese camino, el camino que conduce al pueblo.

Práctica manteniendo vivo este pensamiento: “Estoy caminando por el sendero que lleva al pueblo”; si está lloviendo o hace sol, si el sendero está mojado o seco, él mantiene ese pensamiento. Pero no lo repite de forma maquinal una y otra vez; el pensamiento maquinal es lo contrario de la atención mental. Hay personas que recitan el nombre del Buda como una máquina mientras su mente se dispersa en mil direcciones distintas. Creo que repetir así el nombre del Buda es peor que no recitarlo de ninguna manera. Si realmente estamos inmersos en la atención mental mientras caminamos a lo largo del sendero que conduce al pueblo, consideraremos cada paso que damos como una maravilla infinita y la alegría se abrirá en nuestro corazón como una flor, permitiéndonos entrar al mundo de la realidad. A mi me gusta pasear solo por los caminos vecinales con arrozales y plantas salvajes a ambos lados, dando cada paso sobre la tierra con atención mental, sabiendo que camino sobre una tierra maravillosa. En tales momentos la existencia es una realidad milagrosa y maravillosa. La gente considera que desplazarse por el agua o el aire es un milagro, pero yo pienso que el verdadero milagro no es desplazarse por el agua o el aire, sino andar por la tierra. Todos los días estamos inmersos en un milagro que ni siquiera reconocemos. Simplemente piensa, Quang: el cielo azul, las nubes blancas, las hojas verdes y los ojos negros y curiosos de tu hijita Hai Trieu Am. Tus dos ojos, Quang, son también un milagro, como ese cielo, esas nubes, esas hojas y sus ojos jóvenes.

El Maestro Zen Doc The dice que al sentarse en meditación uno debe hacerlo derecho, haciendo nacer este pensamiento: “Sentarse aquí es como hacerlo en Bodhi. Bodhi es el lugar en el que Buda estaba sentado cuando alcanzó la Iluminación. Si cualquier persona puede llegar a ser un Buda, y los Budas son innumerables, puesto que significa personas que han alcanzado la Iluminación y son Budas ellos mismos, alguno se habrá sentado en el mismo lugar que estoy sentado yo ahora. Sentarse en el mismo lugar como un Buda hace nacer la felicidad y sentarse con atención mental significa haber llegado a ser un Buda en potencia”. El poeta Nguyen Cong Tra experimentó lo mismo cuando se sentó en cierto lugar y repentinamente vio cómo otros se habían sentado en el mismo lugar incontables años antes y cómo en años futuros otros irían a sentarse allí:


Al mismo lugar en que yo me siento hoy
Otros vinieron, en edades pasadas a sentarse,
Tras mil años, todavía vendrán otros.
¿Quién es el que canta y quién el que escucha?


El lugar y los minutos que pasó allí llegaron a ser un eslabón en la realidad eterna.

Pero nuestros trabajadores no tienen tiempo para pasarlo con calma, pasando por senderos de hierba verde y sentándose bajo los árboles. Un trabajador debe preparar proyectos, consultar con los campesinos, intentar
resolver un millón de dificultades que surjan, trabajar en los campos, y afrontar todo tipo de tareas. Durante todo ese tiempo, el trabajador debe mantener su atención enfocada en el trabajo, debe estar alerta, listo para manejar la situación con habilidad ye inteligencia. Puedes preguntar: ¿Cómo van entonces los trabajadores a practicar la atención mental? Mi respuesta es: Mantener la atención enfocada al trabajo, estar alerta y preparado para manejar hábil e inteligentemente cualquier situación que pueda surgir, ello es en sí mismo atención mental. No hay ninguna razón por la que la atención mental deba ser diferente si se está enfocando toda la atención al trabajo, si se está alerta y se está usando el mejor juicio de uno. Mientras se está consultando, resolviendo y tratando todo aquello que surja, es necesario un corazón tranquilo y un autocontrol si se quieren obtener buenos resultados.

Cualquier trabajador puede verlo: sin control de nosotros mismos y dejando que interfieran nuestra impaciencia y nuestra ira, nuestra trabajo no tendrá ningún valor.

La atención mental es el milagro mediante el que nos dominamos y restauramos a nosotros mismos.

Considera, por ejemplo, a un mago que cortara su cuerpo en trozos y colocara cada uno en una región diferente, las manos a sur, los brazos al este, las piernas al norte, etc., y en virtud de algún milagroso poder con un grito volviera a reunir cada una de las partes del cuerpo. La atención mental es así, es el milagro que puede llamar en un relámpago a nuestra mente dispersa y restaurar la totalidad, de manera que podamos vivir cada minuto de nuestra vida.



Thich Naht Hanh
Extracto de: Como lograr el milagro de vivir despierto



El Maestro Zen Doc The dice que al sentarse en meditación uno debe hacerlo derecho, haciendo 
nacer este pensamiento: “Sentarse aquí es como hacerlo en Bodhi. Bodhi es el lugar en el que Buda 
estaba sentado cuando alcanzó la Iluminación. Si cualquier persona puede llegar a ser un Buda, y los 
Budas son innumerables, puesto que significa personas que han alcanzado la Iluminación y son Budas 
ellos
 mismos, alguno se habrá sentado en el mismo lugar que estoy sentado yo ahora. Sentarse en el
mismo lugar como un Buda hace nacer la felicidad y sentarse con atención mental significa haber llegado a
ser un Buda en potencia”. El poeta Nguyen Cong Tra experimentó lo mismo cuando se sentó en cierto lugar
y repentinamente vio cómo otros se habían sentado en el mismo lugar incontables años antes y cómo en
años futuros otros irían a sentarse allí:

Al mismo lugar en que yo me siento hoy
Otros vinieron, en edades pasadas a sentarse,
Tras mil años, todavía vendrán otros.
¿Quién es el que canta y quién el que escucha?

Thich Nhat Hanh